lunes, 18 de agosto de 2008

Sábado de playa

¡Este sábado al fin pude ir a la playa!. Digo al fin pues a pesar de haber "pasado" una vez anteriormente por una de ellas, solo fue eso, "pasar" a ver los surfistas. Tal vez haya sido por eso que tenía tan mala opinión de las playas en Japón. Yo sabía que las playas de más al sur como las de Okinawa (沖縄 ó おきなわ) son de excelencia (como las de Cuba), sin embargo están muy lejos y para los que vivimos en la zona de Kantoo (関東 ó かんとう) tenemos que conformarnos con otras playas.

Mi amigo español Antonio (el del blog "Largo Paseo") nos invitó a ir con él y algunas amistades a disfrutar de un día en la playa al estilo japonés. Normalmente cuando se dice al estilo japonés siempre depara algo nuevo, sin embargo esta vez fue la excepción pues se parece mucho a lo que hacemos en Cuba.

La playa en cuestión queda como a una hora de nuestra casa en tren y luego 20 min en ómnibus. Como era sábado nos encontramos con muchas otras personas que al igual que nosotros habían decidido despejar del recio calor veraniego iendo a la playa. Nos encontramos con los otros participantes de la "excursión" en la estación de trenes y de ahí tomamos el ómnibus que nos dejaría a solo 100 metros de la playa. Como era fin de semana había una cola larguísima para montar y al final nos fuimos de pie al puro estilo tren en horario pico, suerte que fueron solo 20 minutos. En el ómnibus se podía usar la tarjeta Pasmo (la misma del tren) por lo que nada de pagar con menudo.

Llegamos justo a las 12 M, cuando el sol estaba más caliente y la arena prácticamente hervía. Alquilamos una sombrilla de playa por todo el día y con el alquiler se incluía su colocación una vez decidida la ubicación. Así que el encargado cargó con la sombrilla y un taladro eléctrico hasta el lugar que le dijimos y allí abrió el orificio usando el taladro y clavó la sombrilla para nuestro disfrute (ver fotos).

Merendamos algo, nos cambiamos de ropa, nos untamos los protectores solares y ¡ala, al agua! La arena era un poco negruzca y gruesa, pero era arena y no rocas; la playa estaba bien limpia, tanto sin algas como sin rocas dentro; se podía caminar bastante desde la orilla sin que el agua nos tapase y el oleaje era muy manso. El sol estuvo fuerte durante una hora más o menos pero luego se escondió dando paso a un estado del tiempo maravilloso, nublado sin mucho aire que nos hizo disfrutar mucho del día.

Algunos habían llevado implementos para jugar en la playa por lo que al rato nos acercamos a la orilla a jugar con la pelota. Una vez cansados de tanto caernos y retozar regresamos a la sombrilla a por más comida y descansar un poco. Mientras los demás se fueron a un restaurancillo en la arena, Ladys y yo nos fuimos a caminar los alrededores.

Como pueden ver en las fotos pudimos encontrar varias cosillas interesantes por allí. Un muelle como para pescar aunque lo que más vimos fueron parejitas enamorando, una puerta como la de Mijayima (conocidas como toris), la desembocadura de un río y un templo.

Cuando regresamos nuestros compañeros quisieron hacer lo mismo así que volvimos sobre nuestros pasos e hicimos otra vez el recorrido, esta vez con más profundidad pues al ir japoneses nos explicaban algunos detalles que se nos pasaron por alto la primera vez. Haré un paréntesis aquí para decirles y de paso queden pasmados del asombro de la normalidad con que dejamos todas nuestras pertenencias en la sombrilla y nos fuimos a caminar los alrededores sin dejar a nadie cuidándolas. Adivinen ¿qué? Al regreso, ¡No faltaba nada! a pesar de estar a la vista ropa, iPods, celulares y nosotros habernos ido por más de 1 hora a más de 1 Km. de distancia sin ni tan siquiera tener contacto visual con la sombrilla. ¿Qué creen de eso? ¿Pasrá lo mismo en nustros países de orígenes? Jajaja...

Fue también cuando me dio por escalar una roca en medio del agua como pueden ver en las fotos. Otra vez de regreso a nuestra sombrilla pues jugamos bádminton y en mis ansias de destrucción del mundo quería destruir este castillo de arena que alguien construyó, me parecía a Stitch, jajaja...

Al final del día terminamos super agotados pero felices de haber pasado un día tan divertido haciendo nuevas amistades, conociendo nuevos lugares (ninguno de los allí presentes había estado en esa playa con anterioridad). Realmente sobrepasó mis expectativas al haberla pasado tan bien luego de haber ido preparado para otra cosa. Nada, que la pasamos super bien y ojalá el verano próximo volvamos a tener un día así.


Todas las fotos aquí...

Nota: Si van a una playa en Japón les recomiendo comprar previamente un buen protector solar (factor 50) y llevar vuestra propia comida pues en los alrededores inmediatos es muy cara.