martes, 7 de julio de 2009

Doctor y medicinas

Como pudieron intuir con el título de esta entrada esta va de enfermedad y curas, por suerte nada serio, jajaja...

Resultó que Ladys no amaneció bien hace unos días y decidimos ir al médico. Se podrán imaginar el trauma previo con las dificultades para hacernos entender y entender lo que nos recomendarían, así que previamente confeccionadmos una lista de palabras relacionadas con la dolencia y síntomas para luego conectarlas y esperar que se nos entendiera, jajaja...

Un dolor estomacal que venía aquejando a Ladys desde hacía un par de días, nada grave como para asustarse pero tampoco nada ligero como para obviarlo y continuar la vida como si no existiera. Era la primera vez que visitaría un médico en tierras niponas pues en dos años y cuarto nunca se me ha presentado nada como para hacerlo.

Fuimos a un clínica cercana a la casa y luego de anotarnos y darnos el correspondiente turno (el número 58 por cierto y cuando llegamos estaban atendiendo al 28) tuvimos que esperar un montón antes de ser atendidos. El médico supo entendernos bien gracias a la lista de palabras y nosotros entendimos al médico también gracias a su paciencia.

Lo primero que me llamó la atención es que las recetas médicas no te las da el médico al instante si no que al finalizar la consulta se vuelve para la recepción (donde mismo habíamos esperado anteriormente) y al cabo de un ratico te vuelven a llamar para que recojas las recetas y pagues.

Así mismo, ambos tenemos el seguro médico nacional que es obligatorio para todos los extranjeros en Japón pero este seguro no cubre todos los gatos así que tuvimos que aportar 1080 yenes por la consulta, algo muy bajo en realidad. Nosotros estábamos esperando muchísimo más dado nuestro historial de miedo al sistema de salud capitalista que nos inculcaron durante tantos años. De todas formas fue la primera vez que pagamos oficialmente por servicios médicos en metálico.

Nos dieron una tarjeta de paciente para futuras consultas y nos indicaron donde comprar los medicamentos: justo en la farmacia de en frente. Sin dudas esto fue lo que más nos sorprendió y les cuento el por qué:

En dependencia de la frecuencia de las pastillas, fueron puestas en sobres diferentes ya que cada sobre fue impreso con la dosis y tiempos de ingestión, así con el nombre de la paciente (en katakana, jajaja...). Por si fuera poco nos entregaron otro papel con todas las intrucciones de las medicinas con fotos específicas de las mismas para evitar confusiones. No sé si fue coincidencia o es que lo hacen así normalmente pero en total fueron tres medicamentos diferentes y el color de la tablilla es diferente para cada uno. No sé, prefiero pensar que fue pura casualidad y no que el tiempo que se demoraron en entregárnosla (5 minutos) hays sido en envasarlas, jajaja...

Como también fue la primera vez que encargábamos medicamentos en esa farmacia, nos entregaron un libro donde le pegaron un resumen de los medicamentos encargados, información del médico que los recetó para futuros encargos de ser necesarios.

Factura médica, instrucciones generales, sobres con las pastillas, factura de las medicinas y libro de medicinas

Instrucciones generales con la foto de cada medicamento

Instrucciones específicas de cada medicamento. 3 veces al día después de cada comida y 2 veces al día: al levantarse y al acostarse

Libro de medicamentos

Pegatina con detalles del pedido

Bueno, y ¿qué les parece todo?